Rouco Varela tenía razón. Estamos pasando un periodo de penitencia y purificación por haber tenido ideas separatistas y pretensiones innombrables en base a la paz-trampa.
A ver si haciendonos un viajecito a Santiago de rodillas se nos pasan las calenturas demoníacas que nos invadieron en la primavera. Y es que ¿A quien se le ocurre que pretendamos ser lo que somos?. Primero Dios y luego la patria deben ser los faros que alumbren el devenir de nuestras débiles existencias.
HE DICHO !!!......
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